CRÓNICA DE UN SUREÑO
A UN AÑO DEL TRANSMETRO
POR JAVIER SAMAYOA
LUNES
04:00 AM. Hoy es el día que más detesto. Hasta la cabeza me duele por levantarme a esta hora. Sólo de pensar en el tráfico que me espera me dan ganas de renunciar del trabajo. Pero no puedo, tengo a una familia que mantener y además tengo deudas. Si al menos tuviera un trabajo mas cerca de donde vivo sería genial ya que no madrugaría tanto, además, me ahorraría unos mis lenes ya que solo de pasaje pago Q. 15 diarios. Pero si no me levantara a esta hora, no llegaría a tiempo a mi trabajo. Mi jefe ya me advirtió que si vuelvo a llegar tarde me despedirá. La otra vez llegué al trabajo a las 09:20. Tenía razón de ‘madrearme’ si mi hora de entrada es a las 8 en punto. Pero por mas que le explicó mi situación él jamás me entiende. “Madruga más” me dijo en una ocasión. Pero de nada me sirve madrugar más ya que éste es el primer bus que sale de mi colonia. Además, aquí por mi casa es muy peligroso. Gracias a Dios a mi no me ha pasado nada. He escuchado que han asaltado a muchas personas, incluso, hasta violaron a una muchacha que es mi vecina. La policía por aquí, ni se asoma. Ojalá que ésta vez el tráfico sí este fluido. En ocasiones me molestan las declaraciones de los voceros de la Municipalidad Capitalina que siempre niegan el tráfico vehicular de la calzada Aguilar Bátres. No entiendo a cuenta de qué ellos se apropiaron de la Aguilar Bátres. Es lógico que al reducirle dos carriles a esta calle el tráfico se agravaría más. Pero ellos no lo quieren entender. Claro, como el Tránsmetro se trató de un gran negoción. Me acuerdo bien bien que en algunos medios de comunicación nos pintaron el cuento de que con el Tránsmetro el tráfico iba a terminar o por lo menos iba a disminuir. Sin embargo, no fue así. Aquí voy en medio de miles de vehículos, esperando que este calvario termine. A un año del Tránsmetro las cosas por aquí siguen igual. Lo bueno de todo esto es que ya llegué al trabajo. Por fortuna son las 07:50 am.
MARTES
04:30 AM.
04:00 AM. Hoy es el día que más detesto. Hasta la cabeza me duele por levantarme a esta hora. Sólo de pensar en el tráfico que me espera me dan ganas de renunciar del trabajo. Pero no puedo, tengo a una familia que mantener y además tengo deudas. Si al menos tuviera un trabajo mas cerca de donde vivo sería genial ya que no madrugaría tanto, además, me ahorraría unos mis lenes ya que solo de pasaje pago Q. 15 diarios. Pero si no me levantara a esta hora, no llegaría a tiempo a mi trabajo. Mi jefe ya me advirtió que si vuelvo a llegar tarde me despedirá. La otra vez llegué al trabajo a las 09:20. Tenía razón de ‘madrearme’ si mi hora de entrada es a las 8 en punto. Pero por mas que le explicó mi situación él jamás me entiende. “Madruga más” me dijo en una ocasión. Pero de nada me sirve madrugar más ya que éste es el primer bus que sale de mi colonia. Además, aquí por mi casa es muy peligroso. Gracias a Dios a mi no me ha pasado nada. He escuchado que han asaltado a muchas personas, incluso, hasta violaron a una muchacha que es mi vecina. La policía por aquí, ni se asoma. Ojalá que ésta vez el tráfico sí este fluido. En ocasiones me molestan las declaraciones de los voceros de la Municipalidad Capitalina que siempre niegan el tráfico vehicular de la calzada Aguilar Bátres. No entiendo a cuenta de qué ellos se apropiaron de la Aguilar Bátres. Es lógico que al reducirle dos carriles a esta calle el tráfico se agravaría más. Pero ellos no lo quieren entender. Claro, como el Tránsmetro se trató de un gran negoción. Me acuerdo bien bien que en algunos medios de comunicación nos pintaron el cuento de que con el Tránsmetro el tráfico iba a terminar o por lo menos iba a disminuir. Sin embargo, no fue así. Aquí voy en medio de miles de vehículos, esperando que este calvario termine. A un año del Tránsmetro las cosas por aquí siguen igual. Lo bueno de todo esto es que ya llegué al trabajo. Por fortuna son las 07:50 am.
MARTES
04:30 AM.
Al menos hoy dormí un poquito más. De nuevo me dirijo a trabajar. Por cierto hoy tendré un día muy atareado. Desde hace rato vengo acomodándome en este sillón y no agarra posición. Increíble pero ya voy bien desesperado. Por lo menos el tráfico de hoy se ve un poco más influido. “Eso es lo malo de ser pobre”, célebre frase del tío Manuel que en paz descanse. A saber hasta cuando Diosito va a regalarme mi carrito. Se lo vengo pidiendo desde hace años. Mientras llegó al CENMA, intentaré echarme un mi sueño. Tal vez así no siento mucho el camino. Pero para “ajuste de cuentas” este chofer trae un “reguetón” espantoso. Bueno, por lo menos voy a “descansar la vista”. La verdad, pobres esos que vienen manejando. Cuando los veo por la ventana de la camioneta todos intentan avanzar pero es inútil. Quizá han de ir más desesperados que yo. Cuando me doy cuento de esos momentos, prefiero mil veces andar en camioneta, aunque sea incómodo e inseguro, pero es preferible. Sus bocinas las hacen sonar al unísono y ni así avanzan. Nadie cede y es comprensible. Al menos yo me doy el lujo de estirarme y cerrar mis ojos. Aparte de el gasto de la gasolina, que según tengo entendido está carísima. Y no digamos el desgaste de ‘clutch’. Los mecánicos han de estar felices con el Tránsmetro, han de tener bastante “chance”. Lo bueno del Tránsmetro, es que del CENMA voy fijo hasta la 18 calle. Me evito el tráfico de la Calzada Aguilar Bátres. ¡Jesús! Pero si ya son las 7:20. Que bueno que ya llegue al CENTRA. Esta rampa la subiré corriendito. Si la subo caminando me voy a cansar más. Es que quiere ganas subir esa babosada. Sí, me refiero a esa rampa horrible de concreto de dos niveles en la que todos los días veo a la gente subir con la lengua de fuera. Me he dado cuenta en ocasiones que las señoras van a duras penas subiendo con sus hijos en brazos sin que nadie les ayude, también he visto a ancianos y a discapacitados valerse por sí solos, subiendo esa gran rampa. A veces he visto a personeros de la muni que ayudan a la gente con una silla de ruedas y las suben, pero es a veces. En una ocasión ya estaba allá arriba y por no tener el bendito quetzal tuve que volver a bajar y volver a subir. Lo bueno es que yo soy joven. De que sirve que haya un puesto de cambio de monedas si solo está abierto al público en horas determinadas.¡Jesús!, ¡Hoy sí voy a llegar tarde!. La fila está larguísima. Solo para abordar quizá me voy a llevar media hora. Eso si tengo suerte. Con tal de no llegar tarde me tendré que ir todo apretujado.¡Qué importa!
MIÉRCOLES
06:40 AM.
MIÉRCOLES
06:40 AM.
Ayer llegué al trabajo a las 8:10. Vaya que mi jefe no se dio cuenta. Como si nada ya estamos a mitad de la semana. Los días se están yendo rapidito. Estoy a punto de abordar el Tránsmetro y confieso han sido contadas las veces que me he ido sentado. Ojalá que no me vaya a pasar lo que me pasó la semana pasada. Como era algo temprano decidí irme sentado, espere a que pasara toda la gente que venía después de mí para así asegurarme que efectivamente iba irme sentado, hasta mi destino. Subí al Tránsmetro tranquilo y me senté. De repente, una agente de seguridad gritó. “Caballero, se puede levantar para darle el asiento a la señora por favor!”. Se había dirigido a mí. La verdad me enoje, no tanto por darle el asiento a la señora que cargaba a su bebé, sino por el grito con que se dirigió hacia mi persona. Además, por todo el tiempo que perdí. Repito, solamente por irme sentado. Esa vez que ‘simacito’ que llego tarde al trabajo. Gracias a Dios, ahorita voy sentado. Me acuerdo que hace un año el Tránsmetro se hacía del Cenma a la Muni 15 minutos. Ahora se hace 30 minutos, a veces más, aparte todo el tiempo que se pierde para abordar. A un año del Tránsmetro todavía tienen la misma cantidad de buses. La demanda de usuarios es muy grande. No se dan abasto los pocos buses que hay. Casi siempre cuando llego al CENMA no hay buses, ni de los que van directo al Trébol, ni de los que van directo a la Muni, ni de los que van directo a la 18 Calle. Uno está allí amontonado en medio de un montón de caras largas. Así es la realidad. Y mi realidad de hoy es que voy a buena hora. Pobres los conductores que todavía vienen aquí por la Aguilar Bátres. Han de venir sufriendo, mas que yo.
JUEVES
07:00 AM.
JUEVES
07:00 AM.
¡Servidos señores! Exclamó el chofer. Asueñado comencé a alistarme para bajar de la camioneta. Habíamos llegado al CENTRA pero, sorpresa mía. Me encontraba a por lo menos 4 o 5 cuadras de la rampa de abordaje. Pero ni modo, comencé a caminar. Después de un año tu Muni mantiene la política de que cada bus que llega al CENTRA debe estacionarse detrás de otro, esto según ellos es con el objetivo de ordenar las salidas de estos. Yo que vengo de Amatitlán siempre tengo caminar esta distancia para abordar. Me pregunto que va a hacer la municipalidad en toda ésta área que está deshabilitada. Por lo visto los trabajos aún no acaban. Les falta bastante. No sé por qué motivo Arzú no habilita las otras dos rampas que están construidas. Me pregunto, ¿Para qué las construyeron si no las piensan habilitar?. Sería fantástico que las habiliten ya que es insoportable la amontonadera que vivimos diariamente yo y muchas personas, principalmente por la mañana. Me acuerdo que hace un año, para estas fechas, corrieron para “terminar la obra”. Por hacerlo todo a la carrera todo les salió igual de mal. Nunca previeron el impacto que traería el susodicho Tránsmetro. Se notó que ni lo planificaron. En este tiempo comprendí, que como se trataba de algo nuevo, había desinformación y desorden. Sin embargo después de un año, todavía vivimos los mismos problemas. Un amigo mío me contó que en ésta área que está deshabilitada van a poner locales comerciales en alquiler. De veras que Arzú sí la hizo con su Tránsmetro. Tengo entendido que con este negocio el Tránsmetro les genera más de 100 mil quetzales diarios. ¡Malaya un mi negocio así! Apenas gano Q. 1,200 al mes. Esto si le sumamos además, la ganancia que les generan las pautas de toda la publicidad que hay en cada parada y pasarela. Como el negocio fue exitoso, Arzú planea lanzarlo a la zona 18, después a la calzada Roosevelt... ¡Después a Amatitlán, después a Villa Nueva!, etc, etc. Mejor me apuro porque ya es tarde!
VIERNES
06:20 AM.
Qué bueno que ya es viernes. Hoy voy a tratar de regresar temprano a la casa. Bueno, eso si mi jefe me lo permite. A ver si no me viene otra vez con que me tengo que quedar haciendo horas extras. Ojalá que no sea así. De veras que hoy ya no le voy a poner ‘coco’ al tráfico, ni al mentado Tránsmetro, total, ya es viernes. Por mas que intento sacarme el tema de la cabeza no puedo. Llevamos casi 25 minutos aquí parados. Pero, que será que no avanzamos? “Es que hubo un accidente en la (cuesta de) Villa Lobos”, me indica la señora que va a la par mía. ¡Que desgracia, lo que me faltaba!. Tan bien que iba. Toda la semana me la rifé para llegar temprano y hoy que venía entusiasmado y a buena hora resulta que hay un accidente. Si me agarra la tarde le voy a escuchar la boca a Luis, mi jefe. Hace más de un año las cosas eran diferentes. Me acuerdo que la camioneta de Amatitlán me llevaba hasta la 20 calle, gastaba menos en pasaje y el tráfico era más fluido. Ahora la Aguilar Bátres se mantiene todo el tiempo atascada, todo el día y toda la noche. Arzú mejor hubiera construido carriles aéreos o subterráneos, como en las grandes ciudades del mundo. El pensó en su ganancia mas que en el bienestar de uno. Lo que más pena da es que el Tránsmetro no son más que aquellas camionetas viejas de color rojo que les decían “tomates”. Solo les dieron una pintadita con ese color “chinga la vista” y como arte de magia, quedaron como nuevos. Me cae mal que en la tele salen diciendo “El único de Centro América”. Pero es pésimo el servicio. ¡En fin! Ya comenzamos a avanzar. Lo malo es que ya me orino. Si está limpio el baño del CENMA pasaré, sino mejor aguanto. “BAÑOS FUERA DE SERVICIO”.
SABADO
7:00 AM.
Hoy trabajo solo medio día. A pesar de que hoy es sábado el tráfico continúa siendo igual. Dichosos todos los que viven aquí en Villa Lobos, Castañas, el Búcaro, el Mezquital... A ustedes sí les trajo beneficio el Tránsmetro. Pero quienes vivimos en Villa Nueva o Amatitlán nos jodieron. Ustedes son dichosos porque los traen y los llevan gratis del CENMA a sus casas y viceversa. Vaya que los domingos me evito viajar. Como es mi único día de descanso lo aprovecho. Sin embargo, en algunas ocasiones he viajado ya que mi esposa me insiste a que vayamos a la iglesia. Como se gasta mucho en tiempo y pasaje a lo mucho vamos una o dos veces al mes. Antes nos congregábamos todos los días. Además, todo ha subido. Para ser honesto, a un año del Tránsmetro, no me acostumbro.
VIERNES
06:20 AM.
Qué bueno que ya es viernes. Hoy voy a tratar de regresar temprano a la casa. Bueno, eso si mi jefe me lo permite. A ver si no me viene otra vez con que me tengo que quedar haciendo horas extras. Ojalá que no sea así. De veras que hoy ya no le voy a poner ‘coco’ al tráfico, ni al mentado Tránsmetro, total, ya es viernes. Por mas que intento sacarme el tema de la cabeza no puedo. Llevamos casi 25 minutos aquí parados. Pero, que será que no avanzamos? “Es que hubo un accidente en la (cuesta de) Villa Lobos”, me indica la señora que va a la par mía. ¡Que desgracia, lo que me faltaba!. Tan bien que iba. Toda la semana me la rifé para llegar temprano y hoy que venía entusiasmado y a buena hora resulta que hay un accidente. Si me agarra la tarde le voy a escuchar la boca a Luis, mi jefe. Hace más de un año las cosas eran diferentes. Me acuerdo que la camioneta de Amatitlán me llevaba hasta la 20 calle, gastaba menos en pasaje y el tráfico era más fluido. Ahora la Aguilar Bátres se mantiene todo el tiempo atascada, todo el día y toda la noche. Arzú mejor hubiera construido carriles aéreos o subterráneos, como en las grandes ciudades del mundo. El pensó en su ganancia mas que en el bienestar de uno. Lo que más pena da es que el Tránsmetro no son más que aquellas camionetas viejas de color rojo que les decían “tomates”. Solo les dieron una pintadita con ese color “chinga la vista” y como arte de magia, quedaron como nuevos. Me cae mal que en la tele salen diciendo “El único de Centro América”. Pero es pésimo el servicio. ¡En fin! Ya comenzamos a avanzar. Lo malo es que ya me orino. Si está limpio el baño del CENMA pasaré, sino mejor aguanto. “BAÑOS FUERA DE SERVICIO”.
SABADO
7:00 AM.
Hoy trabajo solo medio día. A pesar de que hoy es sábado el tráfico continúa siendo igual. Dichosos todos los que viven aquí en Villa Lobos, Castañas, el Búcaro, el Mezquital... A ustedes sí les trajo beneficio el Tránsmetro. Pero quienes vivimos en Villa Nueva o Amatitlán nos jodieron. Ustedes son dichosos porque los traen y los llevan gratis del CENMA a sus casas y viceversa. Vaya que los domingos me evito viajar. Como es mi único día de descanso lo aprovecho. Sin embargo, en algunas ocasiones he viajado ya que mi esposa me insiste a que vayamos a la iglesia. Como se gasta mucho en tiempo y pasaje a lo mucho vamos una o dos veces al mes. Antes nos congregábamos todos los días. Además, todo ha subido. Para ser honesto, a un año del Tránsmetro, no me acostumbro.
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