Alegre corrupción en Guatemala

En las municipalidades es donde más se da la corrupción, el tráfico de influencias y los malos manejos financieros. Lo preocupante es que estas instituciones son las principales proveedoras de servicios básicos para las comunidades y los vecinos. 

En la Contraloría General de Cuentas se tienen perchas de denuncias en contra de alcaldes y corporaciones ediles. Las denuncias son muchas, pero generalmente son archivadas. Además, pocas veces se llega a levantar la inmunidad del alcalde porque los antejuicios son conocidos por jueces de su propia localidad, donde reina el amiguismo.

La mayoría de denuncias tiene que ver con falsificación de planillas, obras pagadas y no realizadas, pago de comisión al alcalde y concejales por adjudicación de obras. Otros ilícitos se refieren a construcción de obra pública, cotizaciones, adjudicaciones de concursos, malversación de fondos, cobros ilegales, otorgamiento de licencias ilegales y contratación de familiares y amigos, entre otros.

Casos en que jefes ediles dicen contratar a personas, pero resulta que ya están fallecidas, personas que no llegan a trabajar o personas que dicen nunca haber trabajado y recibido salario de la municipalidad y sus nombres aparecen en las planillas. Se sabe que los auditores de la Contraloría tienen “estrecha relación con algunos alcaldes, incluso hasta se van a “tomar los tragos”.

Lamentablemente en Guatemala  no se tienen instituciones capaces de darle seguimiento a estos temas y deben surgir organizaciones desde fuera, para que generen interés por parte de las autoridades.

El caso de Arnoldo Medrano y compañía ha sido un secreto a voces desde hace muchos años. Este botón es apenas la punta del iceberg de lo que representa la corrupción en Guatemala.

Las capturas contra todos estos mafiosos son positivas pero difícilmente se recuperaran todos los millones de dinero que les han robado a los vecinos que paradójicamente les confiaron su voto. Solo nos queda confiar en la justicia.