La cultura es la culpable

Hoy en día la mayor parte de nuestra lucha para ser verdaderos padres de familia se debe a la cultura en que vivimos. En realidad esta cultura está marcada por una creciente propagación de conducta inmoral que debilita la vida familiar. Está compuesta de costumbres, tradiciones, arte, música, lenguaje, literatura e instituciones; con todo lo que tiene, nos seduce al punto que terminamos, consciente e inconscientemente, adoptando una serie de antivalores. Ya las familias no se comunican cara a cara. Papá, mamá e hijos se comunican a través de un mensajito de texto cuando están sentados en la mesa donde se supone están compartiendo la cena. 

La cultura es la culpable pues esta nos enseñó a engendrar hijos más no a criarlos. Los hemos ido formando a rajatablas, a puro ensayo y error, con tal que fueran personas de bien. Quizá por eso vivimos en una sociedad descompuesta y putrefacta. Tarde comprendimos lo que significa ser padre y de lo que significa el amor por un hijo. 

La cultura de hoy nos ofrece una vida de paz y bienestar falso, vacío, vano e insípido, nos aleja de nuestros seres más queridos haciéndonos creer que estamos más cerca de ellos, que si no vemos nuestro perfil de facebook nos estamos perdiendo las mejores cosas de la vida, nos incita a gastarnos el dinero que no tenemos, a deshacernos de nuestros bienes, a vivir afanados en el trabajo con tal de hacer riqueza, nos vanagloriamos de la ciencia, que todo es relativo, que Dios no existe, que cuidamos el medio ambiente y amamos los animales, cuando en realidad vivimos miserablemente.

Desconocemos cada vez la diferencia entre libertad y libertinaje. Esta cultura maldita nos motiva a andar de parranda en parranda, cuando despertamos a la cruda realidad, estamos solos, sin recursos, en un corral de cerdos pasando hambre. En los tiempos difíciles los amigos desaparecen como por arte de magia, nunca están disponibles. 

Si en este momento esta comiéndose una algarroba, usted está solo existiendo, no viviendo. Haga un alto, reconozca hoy que se ha equivocado, que ha tomado malas decisiones, pida perdón a Dios y sus hijos.  Si usted se ha equivocado en la vida, recuerde la cultura es la culpable.